sábado, 27 de agosto de 2011

El escuadrón de la vergüenza

El cine es de mucho valor para lo que aprecian esta forma de diversión, por eso no me canso de ver la trilogía de el padrino, esta serie no es ejemplo para nada de cosas que ocurren en nuestra sociedad y en el centro familiar de cada quien, vivimos faltándonos el respeto a nosotros mismos, y lo hacemos no pensando en los Borgia, ni mucho meno en el padrino de Puzo, lo hacemos como algo sistemático, de no sentirnos pendejos antes tantos males que nos aquejan, ejemplo, cuando vamos manejando y nos robamos las luces rojas de los semáforos, lo hacemos en forma descarada delante de nuestros hijos, no nos dan caligrafía de Francis Ford Copolla, ni la actuación de De Niro, ni de Al Pacino, ni mucho menos, lo hacemos por mutuo propio, lo hacemos porque la sociedad esta sistematizada para actitudes mafiosas que van más allá de lo que vemos en nuestras películas favoritas.
Si eres de aquellos que no respeta los semáforos, que cuando la cajera de un supermercado te devuelve equivocadamente no retrocede, de aquellos que se van sin pagar la cuenta de manera escurridiza o en algún momento de tu vida no reconociste al hijo bastardo que esta fuera de tu matrimonio, entonces, eres de esta sociedad, eres de lo que exiges ejemplo a tus hijos, cuando el tuyo es puramente mafioso, eres de lo que te gusta la cosa fácil, vivir sin pensar en los demás, sin una pizca de humildad y probablemente no eres culpable, eres victima del sistema, que huele de lejos a veneno fecal.
Si por el contrario decide vivir una vida digna, con respeto a los valores que rigen la naturaleza con la esperanza de que el sistema cambie, entonces, tendrá que desprenderte de la idea errónea de pensar que detrás de ti hay un padres que te resolverá todos tus problemas, es decir, de esa idea paternalista que no te deja ser tu mismo, de esa que hizo que mi hijo con conocimiento perfecto de otros idiomas, no haya conseguido el puesto en la empresa que le correspondía, y prefirió el gran jefe en darle el puesto a otro, aunque esto implicara tener que enviarlo a estudiar idiomas, pues llegaste al escuadrón de la vergüenza.
Si decidiste no hacerle caso al párrafo anterior y preferiste incentivar la homosexualidad, la drogadicción, la corrupción, el femicidio, la falta de pulcritud en el manejo de recursos ajenos, pues entonces, será objeto de revisión del escuadrón de la vergüenza, es decir, tendrá de frente a este grupo preocupado por el abuso a las buenas costumbres sociales y buen habito de vivir como personas serias, responsables, leales, honesta, sincera, integra, solidaria y respetuosa de todos los valores morales existente.

El acoso sexual

El acto sexual entre un hombre y una mujer o viceversa es la situación más hermosa y gratificante que ha dado Dios a los seres humanos, lo cual se da entre dos personas que empiezan a conocerse y terminan conociéndose bien hasta el punto que descubren que poseen una química de atracción que despierta el interés entre ambos. Si la química es mutua y realizable, resulta todo precioso y se da la relación de forma natural.

Contrario a esta química, se da una obsesión del manejo del sexo de manera conciente y maliciosa entre un hombre o una mujer de querer obligar a otra persona a tener una relación que no desea y que solo se encuentra en la mente de una de las partes, entonces, se da lo que comúnmente llamamos acoso sexual.

El acoso se da habitualmente donde hay una situación de poder, es decir, donde una de las partes es poderosa y la otra se encuentra en una situación más débil, dos personas se conocen, de repente la más poderosa sea hombre o sea mujer se enamora de la más débil. El acoso generalmente llega a la mente de personas mediocre, incapaces de utilizar la sabiduría que posee todo ser humano de conquistar al sexo opuesto. El acosador prefiere el amor fácil hasta el punto de caer en la necedad, es generalmente anodino por naturaleza, muchas veces se oculta en una vana hipocresía y muchas veces se sale con la suya.

El acosador falla cuando encuentra victimas fuertes, cargada de dignidad, aquellas que logran salir de las garras de ese hostigante, insignificante, insinuador y vulgar que es el acosador(a) sexual. Los acosadores son figuras (prepotentes, amenazadoras, provocador de situaciones desagradables, mortificadoras) siempre del poder. Este fenómeno se da en todas las situaciones posibles de la vida, en las empresas en la relación jefe-subordinado, en la casa amo-trabajadora, en las universidades profesor-alumno. El acoso sexual es un mal social el cual debería ser objeto de seguimiento serio y al mismo tiempo penado por la ley.

Veamos a continuación algunas definiciones del acoso sexual y sus respectivas fuentes:

Según Wikipedia: El acoso de naturaleza sexual incluye una serie de agresiones desde molestias a abusos serios que pueden llegar a involucrar actividad sexual. Ocurre típicamente en el lugar de trabajo u otros ambientes donde poner objeciones o rechazar puede tener consecuencias negativas.

CINTERFOR:

· Conducta de naturaleza sexual, y toda otra conducta basada en el sexo y que afecte a la dignidad de mujeres y hombres, que resulte ingrata, irrazonable y ofensiva para quien la recibe

· Cuando el rechazo de una persona a esa conducta, o su sumisión a ella, se emplea explícita o implícitamente como base para una decisión que afecta al trabajo de esa persona (acceso a la formación profesional o al empleo, continuidad en el empleo, promoción, salario o cualesquiera otras decisiones relativas al empleo) y

· Conducta que crea un ambiente de trabajo intimidatorio, hostil o humillante para quien la recibe

El acoso no es una situación normal como quieren denotar algunas personas, es una deficiencia social la cual debe ser objeto de enfrentamiento a través de foros y leyes que condenen este mal que tanto daño produce en las personas afectadas. Todos podemos hacer nuestro aporte, denunciándolo y proponiendo sanciones para aquellos que producen situaciones acosadoras.

jueves, 18 de agosto de 2011

El relevo generacional del que depende el mundo

Es notorio el crecimiento demográfico que experimenta el mundo, con el mismo el crecimiento de la pobreza, acompañado de una tecnología que en el futuro dará sus frutos positivos o negativos. Digo esto debido al relevo generacional que nos ha tocado, tenemos una gran cantidad de jóvenes desinteresados por las cosas esenciales de la vida, es decir, el trabajo, la educación y la preparación para el mundo productivo.

Los jóvenes de hoy en día adoptan posiciones cómodas que implican el menor esfuerzo posible, esto acompañado de los llamados ordenadores electrónicos cargado de internet y redes sociales que de alguna forma contribuye con la haraganería vigente, lo cual acarrea situaciones de aburrimientos y falta de deseo por la vida natural. Ya nuestros jóvenes no se preocupan por practicar deporte que contribuya con su salud física y mental.

La disciplina familiar se torna cada vez más difícil, cuando tenemos una familia bombardeada cada vez más por los medios televisivos. El desafío es mayor, cuando vemos que todos los temas informativos se resumen en cuestiones políticas y no dirigido a tantos males que nos rodean. Parecería que vivimos en tiempo de Sodoma y Gomorra, con una real degeneración y un mercado informativo cargado de complicidad.

¿A dónde quieren llevar a nuestros jóvenes los medios de comunicación? Michael Medved dijo: “el barrio más violento del mundo está en la televisión” nunca había escuchado algo tan verdadero, es corriente ver en la televisión personas del mismo sexo besándose de forma que esto se vea como algo normal, vemos travestis y transexuales conduciendo programas televisivo y situaciones pornográficas, sin alguien que detenga este feo espectáculo, sobre todo si tomamos en cuenta que se transmiten en horario fuera de lugar, ya que no hay lugar para semejante daño. Ya la diversión no es tan sana, las fiestas empiezan en horas de las madrugadas y a los jóvenes no les importa el sufrimiento que causan a sus padres por sus acciones.

Extraño los famosos careos que se daban en las escuelas y obligaban a la preparación del prójimo, han desaparecido en desmedro del conocimiento del individuo, vemos una juventud con un ritmo de vida acelerada, usando medicamento para el mejor rendimiento sexual, practica ésta que nunca termina en nada bueno, es notable ver a los jóvenes salir de los trabajos hacia los famosos drink o sitios de expendio de bebidas alcohólica. Nuestros jóvenes son el mayor tesoro que poseemos. Entiendo que el trabajo principal para el rescate de los mismos es la regulación de los medios televisivos y de comunicación, sería un aporte importante de los organismos que regulan estos medios, incentivar la cultura y los programas educativos, aunque esto implique una situación mercadológica deficiente, entiendo que si no se para el bombardeo negativo de los medios de comunicación, no hay nada que buscar en el relevo generacional.